Minimalismo: Un Estilo de Vida con Más Pros que Contras

Mejorar significativamente nuestro bienestar material y emocional es un profundo deseo , y el Minimalismo resulta un enfoque práctico para lograrlo.

Puede que pertenezcas a ese amplio sector de la población que observa cómo, a lo largo de los últimos años y décadas, ha ido perdiendo su poder adquisitivo. 

Quizá esto se ha traducido en tu renuncia paulatina a ciertas aspiraciones que fueron alcanzables para generaciones anteriores: tener casa o departamento propio; adquirir un automóvil, aunque no fuese de modelo reciente; poderte pagar algunos viajes por el mundo, con excelentes servicios incluidos; contar con un buen seguro médico; destinar recursos a un fondo de retiro; etc.

Por otro lado, paradójicamente, quizá hayas sido presa fácil por años de un estilo de vida consumista que te empujó a destinar buena parte de tus recursos para adquirir bienes que sólo te han aportado un beneficio gris y efímero, convirtiéndose éstos, en poco tiempo, en una montaña de cacharros inútiles que inundan tu espacio; además de ya no saber qué hacer con ellos.

De ser así, seguramente tu estilo de vida no ha sido el más acertado hasta ahora. Vas en la dirección opuesta.

Por fortuna, hay remedio para revertir esta situación y reorientar las prioridades en un modo de vida más eficiente, con un pronóstico prometedor de muchas satisfacciones.

¿Qué es Minimalismo?

Si bien existe minimalismo en la arquitectura, las artes, el diseño, la música, entre otros, aquí nos referimos específicamente al minimalismo como un estilo de vida.

Sin embargo, todos estos usos y expresiones comparten el mismo principio: “reducir nuestros recursos a lo esencial y deshacernos de lo sobrante o accesorio”.

Como lo menciona Victoria Pérez en su artículo “El minimalismo como forma de vida”  las personas minimalistas asumen una forma de vida inspirada en tener sólo lo realmente necesario. Como ella misma escribe: “El mantra sería: «Identifica lo esencial, y elimina todo lo demás»”.

Minimalismo como estilo de vida ¿Quién lo creó y cuándo comenzó?

Resulta difícil establecer un autor y una fecha de inicio.
Sin embargo, hay quienes se refieren a personas célebres, Steve Jobs por ejemplo, como minimalistas debido a su estilo de vida austero, sin importar si han contado con una gran fortuna.
Pero, quizá como movimiento o tendencia, podríamos decir que un momento significativo fue cuando Joshua Fields Millburn y Ryan Nicodemus publicaron el libro “Minimalismo: Para una vida con sentido”, en 2011. Un año antes estos autores comenzaron a dar una serie de conferencias en varias ciudades de Estados Unidos para promover este concepto.

Incluso, si ahondamos aún más, podemos decir que estilos de vida austeros han existido desde hace cientos o miles de años. El budismo zen o el taoísmo han practicado desde sus orígenes estilos de vida sencillos, desapegados de las posesiones materiales. Incluso, ciertas órdenes religiosas guardan algunas semejanzas con este planteamiento.

“Cada vez necesito menos cosas y las pocas que necesito las necesito muy poco”

San Francisco de Asís

No obstante, en nuestro momento actual, el minimalismo parece surgir más como respuesta a una vida poco sustancial, que privilegia y promueve el consumo desmedido, la posesión y acumulación de bienes materiales, en vez de nutrir nuestra vida con experiencias que nos enriquezcan realmente.

Minimalismo ¿Cuáles serían sus beneficios?

Algunos de ellos:

  • Simplicidad y sencillez para más tiempo disponible.
  • Mayor Movilidad. Para viajar más ligeros por la vida.
  • Practicidad basada en menor gasto y mayor eficiencia.
  • Ponerle un alto al consumismo que sangra nuestro bolsillo.
  • Un buen método para distraernos menos y enfocarnos más.

Minimalismo: ¿Una filosofía práctica de vida?

No se trata necesariamente de identificarse con una etiqueta, o seguir ciegamente una tendencia, sino de replantear nuestra vida para enfocarla de un modo distinto al estilo de vida dominante.

Tampoco consiste en volverse aseta, aunque haya quienes han elegido un “minimalismo extremo”.

Personalmente, no lo veo como un fin en sí, sino como un medio, un enfoque, que ayude a construir una vida con más sustancia, para sentirse más vivo: más vital

¿Cómo aplicarlo?

En infinidad de cosas; por ejemplo:

  • En el diseño de nuestros espacios.
  • Depurando el inventario de nuestras pertenencias para dejar de ser “acumuladores”.
  • Seleccionando mejor nuestro guardarropa.
  • Al ir de compras, abandonar el estilo consumista para convertirse en un consumidor inteligente.

Minimalismo y conciencia ambiental

Un aspecto del que menos se habla pero igualmente importante es sobre la contribución que este estilo de vida puede hacer para contrarrestar el deterioro de nuestro planeta. 

Y no es sólo por la reducción en el consumo de bienes que, tarde o temprano, terminan como basura, mucha de ella muy contaminante, también porque muchos de quienes han incorporado este estilo a su vida emplean un criterio “amigable con el ambiente” en la adquisición de sus bienes (ya sea productos  perecederos naturales o poco procesados, artículos elaborados con materiales también naturales o al menos reciclables, etc.). 

Conclusiones

Llamémosle como sea, lo importante es romper con esos patrones automatizados de vida que nos hacen destinar nuestros recursos sólo para hacer más grande el enorme vacío que nos rodea.

Sin duda, algo se está moviendo en el ambiente, y desde hace mucho. 

Paradójicamente, a modo personal, al revisar hacia atrás, me he dado cuenta haber comenzado a replantearme desde hace varios años muchos aspectos de mi estilo de vida que guardan similitudes con esto, sin estar enterado de la tendencia que, simultáneamente, se iba gestando . Esa sincronicidad me parece lógica: muchos hemos sentido la necesidad de darle otro enfoque y dirección a las cosas. 

¿Por dónde comenzar?

Lo interesante es que no hay recetas. En vez de un método rígido, conviene verlo como un enfoque adaptable a nuestras expectativas, intereses y capacidad. Y algo más importante aún: permitirse experimentar.

En mi caso, ¿cómo puede ayudar el Minimalismo a mis propósitos?: 

  • Priorizando el ser viable económicamente en el día a día.
  • En reducir la carga de los apegos en mi mente: menor estrés y mayor paz interior.
  • En eficientar los recursos para acceder a lo verdaderamente importante para mi; por ejemplo: construir un fondo sólido para mi retiro o un inolvidable viaje por el mundo.
  • En disponer de más tiempo para dedicarlo a mis afectos.
  • Para no dejar problemas y basura cuando ya no esté.

¿Y tú? ¿Cómo aprovecharías el minimalismo?

Foto:

unsplash-logoBench Accounting

Deja un comentario